8 maneras de amar tu presupuesto y ajustarte a este.

Los presupuestos de las finanzas personales son como las dietas, a nadie le gustan, pues son super difíciles de seguir. Pero son importantes porque ayudan a definir y alcanzar nuestras metas.

Un presupuesto personal ayuda a romper el ciclo de vivir de pago en pago. Tal vez no de inmediato, pero con el tiempo, un presupuesto puede ayudarte a salir de la deuda. Como mínimo, tendrás una idea del dinero que entra y a donde se va. Y con esa información, podrás empezar a tener control de tus finanzas.

Sigue estos 8 pasos para crear un presupuesto personal con el cual puedes vivir.

1. Establece tus metas.

¿Qué estás tratando de lograr con un presupuesto? ¿Ahorrar es tu prioridad? ¿Pagar una deuda? ¿Tienes otras metas? La mejor forma de empezar un presupuesto es saber qué es lo que quieres lograr con eso. Eso le ayudara a priorizar.

2. Escoge las herramientas

Hay muchas maneras de construir un presupuesto personal. Empieza con una plantilla gratuita de hoja de cálculo de presupuesto personal de Excel, o Google Sheets.

Los bancos y las cooperativas de crédito ofrecen herramientas de presupuesto también.

3. Ingresos después de impuestos

¿Cuánto dinero llevas a casa después de pagar impuestos cada mes? ¿Tienes algún ingreso adicional? Este es el punto de partida de tu presupuesto, ya que necesitas saber cuánto dinero te está entrando.

Realiza tu presupuesto alrededor de un ingreso predecible y continuo, conocido como “ingreso recurrente”, por ejemplo, el dinero de tu salario. Es bueno tener ingresos que no sean constantes, por ejemplo, ingresos por trabajos específicos, honorarios, etc., o un rembolso de impuestos. Pero si no puedes predecir cuando los recibirás o cuanto será, es mejor no incluirlos en tu presupuesto.

4. Registra todos los gastos fijos y continuos.

¿Gastas cada mes en arriendo, pago del carro o moto, seguro o servicios públicos? Asegúrate bien de registrar estos gastos fijos en tu presupuesto. Algunos montos, como los recibos de los servicios públicos son diferente cada mes, sin embargo, si es posible ten los recibos de los últimos tres meses, suma los totales y divide por el número de meses. Esto te dará un aproximado de lo que debes pagar mensualmente.

No olvides agregar ítems como el recibo del celular, membresía del gimnasio, pago de tarjetas de crédito, y corte de pelo. En lo que gastes el dinero cada mes debe estar dentro del presupuesto.

5. Identifica gastos que no son tan predecibles.

Siempre hay cosas en las que no necesariamente gastas dinero cada mes. O si lo haces, no hay una forma de saber el monto.

Algunos ejemplos pueden ser comer afuera, ir a cine, viajes, gasolina, parqueadero, cuidado de la mascota, cuidado de los hijos, ropa, cuidado personal. Aunque son más difíciles de predecir que el arriendo, es importante que los incluyas en el presupuesto, junto con una estimación de lo que gastas. Porque si necesitas reducir gastos, al menos uno de estos gastos – como ir al cine – es un buen punto de partida.

¿No sabes cuánto presupuestar para estos gastos? Trata de tener un registro de algunas semanas para tener una idea, puedes ingresar a tu cuenta de banco o tarjeta de crédito para ver transacciones anteriores.

6. Investiga

¿Piensas que gastas mucho? Es hora de hacer una investigación, identificar donde están esos gastos. Puedes buscar en internet o en tu teléfono celular como reducir estos gastos.

Por ejemplo: ¿Tu factura mensual de Televisión es muy alta? Si es así, busca en internet otras opciones, como paquetes satelitales, steaming o señal en vivo. Averigue si puede “cortar” o reducir el servicio de televisión sin perder tus canales favoritos.

Una vez tengas información sobre las alternativas, llama al operador, solicita un plan más económico o cancela el servicio. Solicita hablar con alguien del Departamento de Retención al cliente de ser necesario. Ellos por lo general tiene un margen de maniobra para tener tratos y retener al cliente. Estos procesos lo puedes repetir con tu línea de celular.

7. Identifica formas fáciles de ahorrar

Idealmente, tu presupuesto debería incluir un espacio para ahorros. Si ahorrar dinero no parece posible en el momento, establece una fecha para reevaluar esa situación.

Mientras tanto, encuentra formas de ahorrar dinero gradualmente, de manera que no se sienta.

Por ejemplo, como en la vieja escuela, ponga $1000 o $2000 cada semana en una alcancía. Si tú y tu pareja están intentado ahorrar, hagan un concurso: quien ponga menos dinero en la alcancía tendrá que hacer aseo en la casa durante una semana.

8. Chequea regularmente la realidad

¿Te mantienes encaminado con tu presupuesto? ¿Son realistas las metas que estableciste? No lo sabrás hasta que dediques un pequeño tiempo, al menos una vez cada tres meses, revisando tus gastos y tu presupuesto.

No seas tan duro, si no te ajustas algunas veces a tu presupuesto. ¿Ser duro puede convertirse en una excusa para no presupuestarse, para que hacerlo si no me ajusto? En lugar de eso, trata de tener una mirada objetiva, en ver como lo estás haciendo.

Si algo no está funcionando con tu presupuesto, siempre puedes arreglarlo. Un presupuesto no es un proyecto, es un proceso de aprendizaje. Estás aprendiendo más acerca de cómo gastas tu dinero, así puedes conocer cuál es tu objetivo presupuestario principal. Y en cualquier proceso de aprendizaje, debes hacer ajustes de acuerdo con lo que has aprendido.

El mejor momento para empezar un presupuesto personal

¿Cuándo es el mejor momento para empezar un presupuesto? ¿Funciona “ahora” para ti?

Seriamente. No tienes que esperar hasta el primer día del nuevo trimestre o hasta año nuevo. Es poner otra barrera en tu camino. Puede sonar cursi, pero el mejor momento para empezar – o reiniciar – un presupuesto personal es hoy.

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